Filomela (Planeta Emecé, 2011)

El héroe griego Tereo llega a Atenas a buscar a Filomela, hermana de su esposa, pero su obsesión con la joven lo conduce al crimen y al trágico destino del mito. Pero luego la historia prosigue en una población marginal de la ciudad de Santiago, donde los personajes, desprovistos de cualquier aura heroica, parecen revivir la trageda en un mundo desprovisto de oportunidades

Todo este horror, padecido por unos aristócratas perdidos en el tiempo, nos suena remoto e inofensivo, además de bello bajo la pluma romana. La cosa se pone escabrosa cuando la atrocidad se traslada a una familia miserable, hacinada en la periferia de una ciudad donde divinidades nada vigorosas se descomponen en grutas solitarias, como se nos sugiere en la escena en que uno de los personajes se duerme acurrucado junto a la imagen de la virgen. Una angustia más cercana resulta al introducir el drama aristocrático en los diminutos blocks de la calle San Pablo, en el límite entre Lo Prado y Pudahuel. Felipe González Alfonso, Letras en línea.